Novena Ven, Espíritu Santo Día 4

             

 Versículos

“El año de la muerte del rey Ozías vi al Señor sentado en un trono excelso y elevado, y sus haldas llenaban el templo. “Unos serafines se mantenían erguidos por encima de él; cada uno tenía seis alas: con un par se cubrían la faz, con otro par se cubrían los pies, y con el otro par aleteaban.Y se gritaban el uno al otro: «Santo, santo, santo, Yahveh Sebaot: llena está toda la tierra de su gloria.» Se conmovieron los quicios y los dinteles a la voz de los que clamaban, y la Casa se llenó de humo.Y dije: «¡Ay de mí, que estoy perdido, pues soy un hombre de labios impuros, y entre un pueblo de labios impuros habito: que al rey Yahveh Sebaot han visto mis ojos!»” Isaías 6:1-5

” Y cuando él (el Espíritu Santo) venga, convencerá al mundo en lo referente al pecado, en lo referente a la justicia y en lo referente al juicio.” Juan 16:8

Meditación

El profeta Isaías se conmovió y sintió profundamente su indignidad cuando se encontró cara a cara con la gloria y la santidad de Dios. Dios nos llama a entrar en Su santidad, pero cuando nos acercamos a Su trono, Su santa presencia nos abruma. Conforme nos inclinamos en adoración, no podemos evitar vernos indignos en presencia de un Dios santo.

No podemos limpiarnos a nosotros mismos y hacernos dignos de entrar en una relación con Dios. La letra de la canción “Just As I Am”, (“Tal como soy”),  refleja esta verdad. Jesús nos llama tal como somos. Pero no nos deja allí. Una estrofa de la canción lo dice bien:

 Tal como soy, y no esperando

       librar mi alma de ni una marca oscura

a Ti cuya sangre puede limpiar cada mancha

       Oh Cordero de Dios, vengo, vengo

Entonces, cuando nos acercamos a Dios y dejamos que su Espíritu se mueva en nosotros, a menudo nos convence de pecado. Bienaventurada la persona que permite que el Espíritu Santo, el “dedo de fuego” de Dios, toque su corazón. Como el P. Raniero Cantalamessa dice: “La maravilla del arrepentimiento es que tan pronto como el hombre se pone en contra de sí mismo, Dios se pone a su favor e inmediatamente lo defiende de la condena, incluso la de su propio corazón. Tan pronto como el hijo pródigo dijo: “¡Padre, he pecado!”, El padre dijo: “Traigan rápidamente la mejor túnica …” “¡Oh, la alegría del arrepentimiento!

Oración

Oh Padre Celestial, quiero acercarme a ti, pero sé lo indigno que soy. Dame la humildad para reconocer mi pecado e indignidad. Ayúdame a permitir que tu dedo de fuego me escudriñe porque mi arrepentimiento y tu misericordia son el camino hacia mi libertad. ¡Ven, Espíritu Santo, y muévete libremente en mí!

Oración tradicional al Espíritu Santo: Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor. Envía, Señor, tu Espíritu y serán creados. Y renovarás la faz de la tierra.

Oh, Dios, quien por la luz del Espíritu Santo instruyó los corazones de los fieles, concede que por el mismo Espíritu Santo podamos ser verdaderamente sabios y disfrutar por siempre de Sus consuelos, por Cristo Nuestro Señor, Amén.

 

Reflexión y primera oración por Adriana Gonzalez